Fuente: Noticias.Madrid

El sector industrial de la Unión Europea, responsable del 25% del consumo energético anual de la región, enfrenta un desafío significativo al ser uno de los mayores consumidores de energía, solo superado por el transporte y los hogares que representan el 32% y el 26%, respectivamente, según datos recientes de la Comisión Europea. Este gasto se traduce en un desembolso importante, no solo para las grandes empresas y pymes, sino también para toda la sociedad.
En este contexto, la tecnología emerge como un aliado crucial para disminuir el gasto energético. El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se perfila como una herramienta con el potencial de reducir hasta en un 30% el consumo de energía de las empresas, de acuerdo con estimaciones de la firma 1NCE. Esta tecnología se presenta como una solución efectiva para ayudar a los negocios de todos los tamaños a optimizar su consumo energético.
La influencia del IoT en el sector industrial es destacada en Enlit Europa, la mayor feria empresarial dedicada a la transición energética, que este año se celebra en Bilbao. Esta edición se espera que sea la más concurrida hasta ahora, con la participación de 15,000 visitantes, más de 700 compañías expositoras de 140 países y 500 ponentes.
El impacto del IoT se manifiesta específicamente en varias áreas, permitiendo a las corporaciones y pymes tomar decisiones basadas en datos en tiempo real. A través del análisis de datos, las empresas pueden identificar y corregir patrones de desperdicio energético. La instalación de contadores inteligentes se ha traducido en una disminución del 15% en el consumo de energía solo en seis meses en aquellas empresas que los han implementado.
Además, la implementación de sensores para ajustar la iluminación puede implicar ahorros de entre el 20% y el 40%. Las soluciones de gestión de flotas a través del IoT tienen el potencial de reducir el consumo de combustible en un promedio del 15% y, en casos optimizados, hasta un 25%. Herramientas de mantenimiento predictivo también juegan un papel crucial al permitir anticipar fallos, programando el mantenimiento antes de que ocurran averías, evitando así el desperdicio energético.
Por último, las alertas para el consumo anómalo permiten a las empresas integrar análisis predictivos en sus sistemas de monitoreo, lo que podría reducir el desperdicio energético hasta en un 20%. Los ajustes basados en estos datos pueden también aminorar los cargos por consumo máximo, que en algunos casos representan hasta el 50% del total de la factura energética en los comercios.
Así, la integración del IoT se presenta no solo como una herramienta de ahorro y optimización para las empresas, sino como un componente esencial en el camino hacia una transición energética más eficiente y sostenible en Europa.
